
Criar con Consciencia: Responder en lugar de Reaccionar
La expresión emocional, tanto en niños como en adultos, no parte de lo que sabemos, sino de cómo nos sentimos. Esta diferencia marca el límite entre reaccionar y responder. Reaccionar implica dejarse llevar por el impulso; responder requiere activar nuestras funciones ejecutivas: reflexionar, contener y actuar desde la consciencia.
Desde el Jardín Infantil Sol Naciente, queremos compartirte estos «rayos de sol», pequeñas reflexiones que pueden inspirar respuestas emocionales más conscientes en el día a día:
• Reaccionar vs Responder
Aprender a responder con consciencia, en lugar de reaccionar impulsivamente, es fundamental para acompañar el desarrollo emocional de los niños. Al hacerlo, modelamos autorregulación y enseñamos con el ejemplo.
• El error es aprendizaje
Los errores son oportunidades para crecer. Si los abordamos con actitud constructiva, los niños desarrollan resiliencia, autonomía y pensamiento crítico. El error deja de ser algo que se castiga, y se convierte en un peldaño para aprender.
• Mentalidad de proceso
Valorar el esfuerzo y el proceso por encima del resultado permite que los niños se conecten con un aprendizaje profundo. Esto fortalece su autoestima y fomenta su creatividad, sin el miedo al fracaso.
• Ritmo propio
Cada niño tiene un ritmo único. Respetarlo es esencial para un desarrollo emocional y formativo sano. Adaptarnos a sus tiempos y necesidades es una forma de cuidado y reconocimiento.
• Conexión y vínculo
Un vínculo cercano con el adulto brinda seguridad emocional. Cuando los niños se sienten comprendidos y sostenidos, pueden regularse mejor y confiar en el mundo que los rodea.
• Sensación de logro
Alcanzar pequeños logros refuerza la autoestima infantil. Cada meta cumplida, por pequeña que parezca, les da confianza para enfrentar nuevos desafíos con seguridad y motivación.
• El cerebro infantil es emocional
Por biología, el cerebro de los niños es predominantemente emocional. Se expresan desde el cuerpo, saltando de una emoción a otra. Esto hace indispensable que los adultos que los rodean sean conscientes de sus propias emociones y respuestas.
Criar desde la consciencia implica mirar hacia adentro, acompañar con respeto y construir entornos seguros donde las emociones tengan espacio para expresarse, ser nombradas y transformarse en aprendizajes significativos.
En Sol Naciente, seguimos sembrando luz, vínculo y presencia en cada paso del camino.